CLAUSTRO DE SILOS
Un "libro" de piedra
El claustro es el
lugar a propósito
para la contemplación, para pasear y para descansar. Por eso el claustro, además de centro convergente por su ubicación en el monasterio, tenía que ser bello. En Silos, esto se ha logrado sin ninguna duda.
La propia construcción del edificio se convierte en un
“libro hecho de piedra”. Los fieles, en su mayoría analfabetos, aprendían la Historia Sagrada gracias a las representaciones escultóricas de su claustro, reflejadas en columnas y capiteles. Los motivos recogidos en los
capiteles de Silos son principalmente aves, gacelas, juegos vegetales, etc. además de bajorrelieves con temas relacionados con la vida de Cristo. El arte cumple aquí no sólo una función ornamental sino también didáctica y moralizante.
Hacia el claustro convergen y de él parten los otros edificios del monasterio y todas las actividades del monje. Arquitectónicamente, el claustro de Silos tiene
dos niveles superpuestos: el claustro inferior y el claustro superior. El claustro de abajo es de dos épocas: las galerías Oriente y Norte son de la segunda mitad del siglo XI, mientras que las galerías Poniente y Sur son del siglo XII. El plano solar forma un rectángulo, con 16 arcos en las galerías Norte y Sur y 14 en las galerías de Oriente y Poniente. El claustro superior se construyó a finales del siglo XII.
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